lunes, 31 de diciembre de 2007

San Silvestre

Aunque fue Papa, aunque convocó el concilio de Nicea y aunque presumiblemente convirtió a Constantino al cristianismo, San Silvestre es más conocido por el día de su muerte que por los méritos que realizó durante su vida y papado.

La fecha de su nacimiento es desconocida, aunque sería a finales del s. III. Su muerte, no obstante, fue el 31 de diciembre de 335, terminando un papado de 21 años. Durante éste destacó el concilio de Nicea -en el que se configuró la base del Credo- y la conversión del Imperio Romano al cristianismo. Además, Constantino cedió el palacio de Letrán como residencia a los papas hasta que se fueron a Aviñon. Pero ninguna relación parece haber con el mundo del atletismo...

Pasaron los siglos y la devoción hacia el Santo fue fiel, pero incrementó de manera exponencial con la llegada de las "sansilvestres". De repente, masas de corredores enfundados en pantalones más o menos cortos, desafiaban las frías noches del 31 de diciembre para recorrer las calles de cualquier ciudad. El propósito, ningún otro que despedir el año haciendo ejercicio y, quizá, colocar la primera piedra en el objetivo del año nuevo: hacer más deporte.

Hoy, hace apenas 2 horas, yo también he participado en mi San Silvestre (Sant Silvestre, porque era en Catalunya). Ha sido la de Barcelona, la novena edición, con récord de participantes. Desgraciadamente, un molesto dolor de barriga me ha imposibilitado terminar.



Ahora toca hacer recuento. Ha sido un buen año, aunque los resultados últimos no lo demuestran. Ha sido un año de aventuras -el duatlón, la maratón, el erasmus...- en el que los resultados pasaron a segundo plano. Pero empieza un año nuevo y toca ponerse las pilas; el erasmus está a punto de acabar y es tiempo de regresar a casa y enderezar la temporada. Ahora toca hacer como Constantino: dejar aconsejarse por los que saben y confiar en que todo se arreglará.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

El caga tió

Ya que escribí sobre Sinterklaas cuando estaba en Holanda, ahora toca hablar del caga tió. El caga tió es una tradición catalana que no se sabe ni cuándo empezó.



El "tió", según el Gran Diccionari de la Llengua Catalana, significa "tros de soca o branca gruixuda, sobretot el que hom destina a ésser cremat"; es decir, tronco o rama gruesa, especialmente el que sirve para quemar. El significado ya lo conocía -Tió es mi segundo apellido-, pero sobre la tradición tenía algunas lagunas. Quién mejor que mi abuelo (Tió, por supuesto), que el día 25 cumplió 94 años, para sacarme del embrollo.

El tió es hoy un tronco de madera, alimentado a base de cualquier cosa; los niños y no tan niños colocan frente a su cara -dibujada con ceras- todo tipo de objetos, desde fruta hasta zapatos viejos, que son engullidos por el tió cuando nadie le ve.

Durante semanas se ceba al pobre tronco para, llegada la noche del 24, recibir sus presentes. Éstos aparecen después de cubrir el tió con una manta y golpearle con palos a la vez que se entona su canción (distinta en cada ciudad o pueblo). Los regalos suelen ser dulces, aunque a veces caga otros objetos.

Parece que todo empezó hace más de 200 años, cuenta mi abuelo, en las casas señoriales de la época. Las familias, todas católicas y numerosas por aquella época, veían difícil mantener a los niños en vela hasta la Misa del Gallo. No es difícil imaginar, pues se cenaba al lado de la chimenea, que algún padre o tío avispado inventara ese juego de niños para entretenerles; que cogiera alguno de los troncos que allí estaban y, cubriéndolo con algún manto, colocara nueces o avellanas debajo que aparecían mágicamente a los ojos de los niños.

Si el juego funcionó con una familia bien, era probable que éstos lo contaran a sus amistades y éstas a otras, extendiéndose por Catalunya. Pero ¿por qué sólo en Catalunya?

Quizá la cena de Navidad sea el motivo más claro. En Catalunya nunca se ha celebrado la cena de Nochebuena con mucha ostentación -en mi casa cenamos pan con tomate y embutido-, pasando la comida copiosa al almuerzo del 25. Por lo tanto, es probable que el tiempo de espera entre terminar de cenar y empezar la Misa del Gallo no fuera tan largo en el resto de España como para inventar esos juegos.

Como todo en esta vida, la tradición con la que empezó se ha ido perdiendo y ahora sólo perdura el tió por los regalos que caga, sin que sea un nexo entre la cena en familia y la Misa del Gallo e incluso, celebrándose en otra fecha distinta a la del 24 por la noche.

lunes, 24 de diciembre de 2007

La combinada

El triatlón de Cullera es conocido por ser el primero de la temporada y, además, por ser el más multitudinario. El organizador es un artista porque aúna un triatlón de categoría con unos servicios buenos y baratos: cena, fiesta, dormir y desayuno.

Tanta es la calidad del "pack" que es año pasado los triatletas crearon "la combinada". El motivo no era otro que levantar el ánimo a los que no tuvieron una buena competición; y el modus operandi, nada más lejos que incluir la fiesta en la competición.

La cosa era sencilla: por la mañana el ganador era el primero que llegaba a meta; por la noche, el que más triunfaba. Y a la mañana (o tarde) siguiente se debatía quién había hecho mejor promedio de las dos.

Aunque mi combinada no ha tenido nada que ver con la fiesta ni con supuestos "triunfos", me declaro ganador de la combinada del domingo pasado. Mis éxitos -o mi peregrinar- fue el que sigue:

A las 8 de la mañana tenía que sonar el despertador en mi habitación de Amsterdam, pero algo ya avisaba que la jornada sería dura y me levanté unos 10 minutos antes. Desayuno ligerito, visita a internet, hacer la maleta y Misa a las 9. Saliendo de Misa, agarro los bártulos y me encamino a la Centraal Station de Amsterdam. Compro "el Mundo" y llego a Den Bosch al cabo de una hora.

En Den Bosch me recogen en coche. 150km hasta Bruselas. Recojo el dorsal, hago el calentamiento y compito en el cross internacional de Bruselas. El resultado no es muy bueno, pero suma puntos para la combinada.

Terminado el cross, ducha y coche hasta Den Bosch. En Den Bosch subo de nuevo al tren hasta Schipol (Aeropuerto de Amsterdam). Facturación, cena a base de twix porque los restaurantes ya están cerrados (¿? son las 20:30) y embarque.

2 horas de avión amenizadas por la Pantera Rosa y los llantos de varios niños. Aterrizaje en El Prat (aeropuerto de Barcelona), recogida de la maleta y encuentro con mis padres. Subimos al coche -es mío; yo conduzco- y 50km hasta casa.

Llegamos a casa a la 1 de la noche. Me he levantado en un país, he competido un cross en otro y me acuesto en un tercero. Sinceramente, creo que he ganado la combinada.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Idiomas

Mijn leven in Amsteram (mi vida en Amsterdam) está dando para mucho; aunque aprender holandés fue más anecdótico que real, lo cierto es que mi inglés ha mejorado bastante.

Una de las primeras palabras que se aprende en inglés, viviendo en Holanda, es wet. Aquí todo está "wet": la lluvia constante durante el otoño que no empapa pero que le deja wet a uno y la niebla constante a partir de invierno que también deja todo wet y además resbaladizo.

Con el paso de los días he aprendido más palabras, pero el fin de semana descubrí una buena. Tanto el sábado como el domingo trabajé con los Amstel Tijgers -un equipo de Hockey Hielo-. Nunca había visto un partido de hockey sobre hielo y debo decir que fue una buena experiencia. El problema es que confunden fisioterpia con enfermería o medicina.


La palabra que descubrí fue stitch. Cómo no entender esa palabra después de que el disco saliera disparado hacia la cara de uno de nuestros jugadores, que rápidamente se dirigió al banquillo y todos empezaron a gritar: Marc, Marc, Maaaaaaaaaaaarc.

Y yo, acostumbrado a los masajes, estiramientos, ejercicios dirigidos... no sabía dónde ponerme. ¿Qué se supone que debo hacer con un labio roto? Eso no lo enseñan en la carrera de fisioterapia. Por suerte, cada campo de hockey hielo debe de tener un médico disponible en caso que el fisioterapeuta no sepa dar puntos. Y esa fue mi escapatoria.

En el segundo cuarto hubo otro herido. Le mandé directamente al médico. El domingo hubo otro, en el pómulo; el jugador me dijo: just taped. Y yo, que eso sí lo sabía hacer, le coloqué una tirita en el pómulo con mucho arte. Al terminar el partido se dirigió al médico y recibió 3 puntos: three stitches.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Mijn leven in Amsterdam


El curso básico de holandés está llegando a su punto más temido: el examen. Pero la profesora ha querido exprimir un poco más nuestro seso inventivo y la vorágine que algunos poseemos hacia el uso del diccionario. Hoy era la fecha límite para entregar una redacción en holandés sobre nuestra vida, familia, estudio... intentando utilizar la materia vista en clase.

El ordenador me ha ayudado a corregir algunas pequeñas erratas ortográficas -plurales mal construídos, conjugaciones que no existen, fallos mecanográficos...- pero otro cantar es la gramática. El holandés se caracteriza por liarlo todo gramaticalmente hablando: ahora hay inversión, ahora el verbo se separa en 2 y una parte se tralada al final de la frase, ahora esto al principio porque es más importante, etc. Es decir, que el documento en word estaba subrayado sin pausa en color verde. Qué le vamos a hacer; bastante contento estoy con escribir una redacción en holandés después de 10 clases. Una pena que esto se acabe.

Aquí os dejo mi redacción; espero que la disfruentéis (entendáis):

  • Ik heet Marc Roig. Ik kwam aan in Amsterdam op 31 augustus 2007, uit Spanje. In Spanje ik leve in een klein plaatje, Sant Pol de Mar, dichtbij Barcelona.

    Ik ben geboren op 8 april 1984. Ik ben de vierde van zes broers en zussen. Ik heb twee oudere zussen, een oudere broer en twee jongere broers. Mijn familie is grote; ik heb 15 neven en 17 nichten. Bovendien, mijn opa’s en een oma leven nog.

    Mijn broers heten Enric, Ferran en Nicolau, en mijn zussen, Mònica en Maria. Mijn ouders heten Enric en Maria en ik lijk het meest op mijn vader, maar ik lijk ook op mijn moeder.

    Ik kwam naar Amsterdam voor doen een practicum fysiotherapie. Ik werk in ManualFysion, achter van het Olympische Stadion, maandag, dinsdag, donderdag en vrijdag. Op woensdag ik heb mijn Nederlandse les, van 10:25 tot 12:05. Mijn werk, daarentegen, is van 8 tot 17, behalve maandag dat ik begin om 12 uur.

    Met de woensdag les, ik leer een kleine beetje Nederlands, maar ik spreek ook Catalaans, Spaans en Engels. En volgende jaar ik wil leren Frans.

    In het weekend, ik heb tijd voor bezoek aan museums of maken toerisme voor Amsterdam. Ik doen atletiek en, daarom, ik heb enkele races tijdens de weekend. Ik heb gerennen in Tilburg, Groningen, Arnhem en Roeselare (België). In Amsterdam, ik heb gedaan mijn eerste marathon. Dit was op 21 oktober 2007. Ik was de 31ste en de eerste Spanjaard en mijn tijd was 2h27’09”. Volgende zondag ik zal rennen in Brussels, 10km, en dan, ik vlieg naar Spanje voor vieren het Kerstmis.

    Het Kerstmis in Spanje is verschillend dan het Nederlandse. Wij hebben niet Sinterklaas; wij hebben de “Reyes Magos” (de drie koningen). En op oudejaarsavond, wij doen niet het vuurwerk, wij eten 12 druiven om 12 uur.

    Op 7 januari, ik kom terug naar Amsterdam. Ik heb werk tot 25 januari en ik zal rennen de Egmond halve marathon, een race door het strand. Op februari ik keer terug naar Spanje en ik heimwee heb naar Amsterdam. Het is altijd slecht weer: fris, koud en regent maar ik houd leven in Amsterdam.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Las apuestas


Mi llegada al atletismo vino precedida de muchos años de futbolista. Mi madre, no obstante, encontraba en mi hermano Enric el pupilo por excelencia. Enric empezó en el atletismo después de probar sin suerte en el fútbol, el piragüismo en aguas bravas, el judo, etc. Pero dio en el clavo y a la larga acabó influyéndome (y se lo agradezco, por supuesto).

Enric arrasaba en Catalunya. Ha ganado la Jean Bouin desde infantil hasta junior, fue campeón de Catalunya de cross en todas las categorías y varias veces en pista; pero nunca cuajó en los campeonatos de España. Su mejor puesto fue de júnior en León: decimocuarto. Prueba que ganó Pedro Nimo.

Al entrar en la universidad y embarcarse en varios proyectos, fue dejando la práctica del atletismo; pero su cuerpo se mantenía -y se mantiene- en unas perfectas condiciones para escaparse a todo correr sin esfuerzo. No ha engordado ni un gramo y sus piernas están igual de definidas que el día que bajó de 15 minutos en 5000m.

Ahora vive en Jerusalén, sale a correr de vez en cuando y el jueves pasado corrió su primera media maratón: Bet Shean. No sé qué marca ha hecho ni la he encontrado por internet. Google es una buena herramienta, pero el abecedario hebreo supone un ligero obstáculo en las búsquedas. Por si fuera poco, él le pone emoción. Nos ha retado a acertar su marca y no hablará de ella hasta que no hayamos contestado todos los de casa. Y añade: "el que se pase, se queda sin la información".

Los que hemos contestado, hasta ahora, somos estos:
  • Pare: 1h08'00"
  • Mare: 1h09'47"
  • Mònica: 10'
  • Marc: 1h12'00"

Queda patente que Mònica no quiere pasarse -además de no tener ni idea de atletsimo-, que mi padre utiliza la misma táctica pero con más sentido común, que mi madre también es su madre (y además entiende de medias maratones) y que yo quiero demostrarle que entre nosotros todavía hay un abismo, jeje. Aunque dejo enteabierta la opción de "no me lo esperaba; estás mucho más en forma de lo que crees..."

Es decir, que Maria, Ferran y Nico ya podéis apresuraros a mandarle un e-mail a Enric con vuestra propuesta; porque me muero de ganas de saber qué marca hizo.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Antarctic Ice Marathon




Hoy se celebra en la Antártida, la tercera edición de la Antarctic Ice Marathon & 100km. Por supuesto, no es una carrera para hacer marca personal ni para esperar el apoyo del público durante todo el trazado pero... ¿se le ocurre a alguien cosa más hermosa?

Más información, aquí.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Los periódicos

Hace unas semanas os hablé de que los lunes empiezo a trabajar a las 12:00. Aparte de entrenar, se pueden hacer muchas cosas hasta mediodía. Y una de las que más me gusta es leer el periódico. Pero en Europa es más caro. En Madrid también era caro, porque tenía que comprarlo, pero no tanto. Me explico:

Mi padre tiene un estanco y, por lo tanto, vende periódicos. Cuando estoy en casa, siempre le visito; aunque pocas veces para ayudar. Mi visita consiste en ojear todos los periódicos -o casi todos-, saltando las páginas de 4 en 4 y leyendo sólo los artículos que me interesan de cada uno. Con el tiempo he aprendido a hacer una buena selección y no gasto mucho tiempo en cambiar de uno a otro. El problema se presenta cuando el estanco de mi padre no está cerca. Tengo que decidirme por uno y no es tarea fácil.

Cuando quiero comprar el periódico, mi criterio a seguir es qué quiero leer. Sólo cuando sé qué quiero leer puedo decidir. Hoy la respuesta era fácil: atletismo. Las ofertas, 3: El País, El Mundo y La Vanguardia.

En el primero escribe Carlos Arribas, en el segundo Carlos Toro y en el último, Sergio Heredia. Empiezo por éste último.

Sergio Heredia es licenciado en periodismo y en derecho; pero también es atleta. Yo no le conozco, pero mi madre ha coincidido en varias carreras con él. Además de escribir muy bien, lo hace con propiedad; sabe de lo que habla. Ojeo La Vanguardia y decido no comprarla; aunque Sergio lo hace muy bien, no acepto pagar 2 euros por una noticia de media página en una número par. Si los señores Godó quieren mis 2 euros, que lo hagan mejor la próxima vez.

Sigo con Carlos Arribas. Desconozco sus currículum académico, pero disfruto leyéndolo. Antes rivalizaba con Santiago Segurola en sus mismas páginas y era un arte leerlos a ambos. Parecía que se repartían los eventos a cara o cruz y seguro que al cierre de la edición mostraban el uno al otro su trabajo; a ver quién había conseguido mejores frases o entradillas más expresivas. Pero ahora está sólo; su compañero de fatigas se ha fugado a Marca.

Me gusta el artículo: 5 columnas, página impar, buen título... Necesito contrastar con El Mundo.

Carlos Toro es médico y periodista. Sus crónicas son también buenas, pero a veces le falta el arte de Carlos Arribas. Es especialmente bueno cuando no has visto la carrera, pero no era mi caso. El Mundo utiliza también 5 columnas y una página par. Empate técnico. Uffff, qué difícil decisión. ¿A quién doy el galardón de ganador? Recordando los mediodías atenienses, acabo comprando El País.

Pero no me quedo satisfecho; algo me corroe durante las horas del trabajo y no puedo resistir comprar también El Mundo al salir de la clínica. Comparo los escritos y creo que en esta ocasión ha ganado Carlos Toro. Además, El Mundo también se hace eco del combate de boxeo que nos dejó a todos tan intrigados ayer. Era el campeonato del Mundo de los pesos Welter y el ganador se llama Floyd Mayweather, apodado Pretty Boy porque su rostro nunca se veía marcado tras una pelea.

Y lo siento por Sergio Heredia, porque es bueno y no le han dejado explotar su talento.

También lo siento por Gerardo Prieto, porque escribe muy bien pero lo hace en El Periódico que no sirve ni para envolver bocadillos. Me conformo con su edición digital.

El ABC siempre me ha parecido engorroso de leer y su crónica (por lo menos en su edición digital) habla por sí sola.

En fin, que tal y como me enseñó Jaume, después de un gran acontecimiento hay que acudir a la prensa para deleitarse con las buenas crónicas.

domingo, 9 de diciembre de 2007

¡Viva España!

Las mañanas en Toro siempre son frías, pero a veces van cogiendo temperatura con el paso de las horas. Así ha ocurrido este domingo.

Después de unos resultados discretos tanto en categoría junior como en la sub-23, el monte de la Reina se tiñó de rojo para jalear a sus damas de oro. Porque de oro se convirtieron con el paso de los kms; porque supieron medir el esfuerzo mejor que sus rivales y porque remataron la faena con un doblete histórico en el campeonato de Europa de cross para España: oro y bronce. Marta y Rosa.

Y la fiesta continuó con los hombres, porque en España se nos está educando en eso de la igualdad; que aunque muchos no lo entendamos del todo, aquí lo dejaron por escrito: las españolas y los españoles son los mejores de Europa.

Y se pudo conseguir más porque Chema, embriagado sin duda por los ánimos del público y el resultado de Marta, se lanzó a la desesperada hacia el cetro continental -que ya posee en 10.000m- pero Lebid es un perro viejo en estos terrenos y su entrenamiento caucásico le reportó un nuevo título a su colección; y suma 7.


Me dicen que en España teledeporte hizo de las suyas. Tal y como nos tienen acostumbrados, un partido de Hockey en diferido, las carreras de caballos y el maldito fútbol -italiano en este caso- sirvieron para driblar el cross en la parrilla.

En Holanda la cosa tampoco se presentó fácil. Ninguna cadena ofrecía las categorías inferiores ni había manera -por lo menos yo no sé- de verlo por internet. Las radios -de todo el continente-, después de una búsqueda exhaustiva por google, tampoco retransmitían nada.

Llegada la hora de las mujeres, la BBC2 ofrecía la carrera en semidirecto (para enlazarla seguidamente con la hombres). Me presenté en un bar multideportivo de los que abundan en Amsterdam. Ninguna pantalla ofrecía atletismo. Después de preguntar si podían sintonizarlo -y explicarlos que cross country no tiene nada que ver con las motos- me senté cómodamente a disfrutar.

La tele vecina ofrecía un combate de boxeo tan apasionante que a menudo salpicaba a mi querida pantalla; sobre todo cuando un peso pesado noqueó a su rival con un tremendo gancho de izquierdas. La imagen se repitió hasta la saciedad, pero la novia del vencido no necesitó esas repeticiones a cámara lenta y desde los ángulos menos pensados; su posición en zona VIP le ofreció el desplome can tanto realismo si cabe que lloró a moco tendido. Y también lloraba la hija del vencedor cuando, sudoroso hasta dar asco, se acercó a ella y a otros dos retoños para abrazarlos. Y los cámaras seguían grabando... Y el noqueado seguía en la lona... Y yo seguía en mi silla, agradeciendo a Dios que mi deporte fuera más pacífico e, incluso, menos mediático.

Y al girarme para continuar degustando mi capuchino descubrí que en una pantalla de la esquina también estaban mis protagonistas. Y no había vecinos, así que opté por seguir esa imagen. Y me quedé embobado. Y por lo bajo las animaba. Y las jalonaba. Y disfruté viendo como se convirtieron en damas de oro.

Los resultados completos pueden verse aquí: junior chicas, junior chicos, sub-23 chicas, sub-23 chicos, sénior mujeres y sénior hombres.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Campeonato de Europa de Cross

Mañana domingo, en el circuito del Monte de la Reina de Toro, se celebra el decimocuarto campeonato de Europa de cross. Es la primera vez que se celebra en España y una ocasión única para que los españoles ganen en casa. El equipo es compacto y fuerte, así que no parece descabellado soñar con varias medallas sumando las categorías junior, sub-23 y sénior, tanto en hombres como en mujeres.

A mí me queda bastante para volver a participar; ahora ya soy sénior y el nivel en España es muy alto. Sí participé en categoría junior y en sub-23. En junior (Edimburgo, 2003) quedé el 11 y fuimos terceros por equipos, detrás de Rusia y Rumanía. En sub-23 (San Giorgio su Legnano, 2006) aspiraba a mejorar mi puesto de junior y caí estrepitosamente a la posición 31. Por equipos la cosa tampoco fue bien; creo recordar que terminamos séptimos.


Lo foto corresponde a la carrera junior de Edimburgo. Yo soy el 75, a la izquierda de la imagen. Delante se ve a Alejandro Fernández (74) que quedó noveno, y a Francisco Bachiller (detrás de Alex) que fue séptimo. Más a la derecha está el terceto vencedor: los gemelos Rybakov y el que les secunda: Reunkov. También el rumano Cosmin Suteu (186) que fue cuarto. Etc, etc.

En fin, que supongo que todas las carreras serán bastante emocionantes y, ya que yo no puedo ir, os animo a vosotros a que asistáis. Y si no podéis, aquí tenéis los horarios de televisión en teledeporte. En abierto, por la2, se ofrecerán sólo las carreras sénior.

La web oficial del campeonato, aquí.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sinterklaas

En España tenemos los Reyes Magos y en Holanda, Sinterklaas. Ambos están asustadamente intimidados por el omnipresente Santa Claus, pero el barrigón no conseguirá desbancarlos. Al parecer, tanto Sinterklaas como Santa Claus provienen de la misma figura: San Nicolás. Pero las rivalidades entre países y culturas lo ha ido distanciando. Vayamos por partes.

San Nicolás fue obispo de Mira -antiguo Bizancio, ahora Turquía- en el s. IV. Durante su vida, destacó la facilidad que tenía para ayudar a los desvalidos y desamparados dando comida, cobijo, compañía, etc. Al parecer quedó huérfano desde muy pequeño pero heredando una gran fortuna. Gracias a su excesiva caridad y a los recursos que tenía, se las ingeniaba para satisfacer las necesidades de los que le rodeaban; además, gustaba de hacerlo discretamente e incluso de incógnito si se podía.

Con el tiempo fue creciendo su popularidad y cada vez que sucedían hechos inexplicables se le atribuyeron a él. Fue declarado santo y su devoción aumentó. Ya en el s. XV empezó la Iglesia a utilizar su imagen para realizar buenas acciones: la noche del 5 al 6 de diciembre (supuesto día de su muerte) las familias pobres colocaban un zapato en la puerta de las iglesias y, con las colectas conseguidas, se llenaban de dinero.

Un siglo más tarde, la fiesta se popularizó y los zapatos cambiaron de alojamiento instalándose a los pies de la chimenea. Desde entonces, la fiesta ha ganando adeptos y folklore.

Sinterklaas llega en barco a Holanda desde España. [Sinterklaas era turco pero sus restos fueron trasladados a Bari (Italia) en 1087. En 1442 el reino de Nápoles pasó a ser español y, por lo tanto, Bari era España. Como la fiesta se popularizó en el s. XVI, Sinterklaas viene de España, aunque no está claro de dónde exactamente]. En el barco, como decía, llega Sinterklaas encima de su caballo blanco y le acompañan los swarte Pieten (literalmente, Pedros negros). Son sus ayudantes, los que bajan por las chimeneas para depositar los regalos. Pero también tienen una segunda misión, no menos interesante que la anterior. El saco en el que guardan los regalos que deben repartir también sirve para apresar a los niños que se han portado mal y llevarlos a España de vuelta.

El color de los swarte Pieten ha causado desavenencias últimamente. Son muchas las teoría al respecto: que si es un esclavo turco, que si un niño etíope, que si un desollinador... Al parecer esta última es la más aceptada, pero choca un poco que a parte del color negro del hollín, los swarte Pieten también consigan unos labios voluminosos al bajar por la chimenea. En fin, que ¿para qué hacerse tantas preguntas?





Volviendo a Sinterklaas, se diferencia del archiconocido Santa Claus porque sigue vistiendo según su condición: casulla, mitra y cayado. Pero ésta no es la única diferencia. ¿Cómo se ha llegado al insustancial Santa Claus?

Lo que ahora conocemos como Nueva York, antes era Nueva Amsterdam. Por lo tanto, su tradición a Sinterklaas duró lo que duró su antiguo nombre. Los ingleses, aborreciendo todo lo que pertenecía a los anteriores habitantes pero sin quitar una tradición que tenía su encanto, degradaron al Santo a un viejo bonachón que se pasa el año en el polo norte, cuidando de sus renos y que reparte regalos a los niños buenos la noche del 24 de diciembre. Y así transformaron la fiesta en honor a un Santo a una fiesta de consumismo, cargada de buenos sentimientos pero perdiendo el trasfondo que le da sentido. Una lástima, sin lugar a dudas.

A día de hoy San Nicolás es patrón de Rusia y de los marineros, aunque también se le reza en caso de incendio y de problemas económicos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Papendal

Papendal es el centro de alto rendimiento que el Comité Olímpico Holandés tiene en Arnhem. Este fin de semana se celebraba allí un meeting europeo de entrenadores en el que estaba invitado mi queridísimo coach Antonio Serrano. Por lo tanto, no perdí la ocasión de acercarme al lugar para escudriñarlo con lupa y, de paso, conocer nuevas caminos para correr en Holanda.

Un fin de semana sabe a poco para descubrir todo lo que Papendal puede ofrecerte. Un vistazo con el Google earth es suficiente para comprobar lo faraónico de la obra. De comienzo sorprende el color de la pista de atletismo: azul. Sólo conozco otra del mismo color, en Valencia. Luego está el campo de golf de 18 hoyos. Y también los campos de fútbol. Y el de béisbol. Y los pabellones cubiertos: natación, gimnasia, ping-pong, voleibol... Y el bosque.


El sábado por la tarde salí a correr con mi entrenador. El día estaba lluvioso y él prefirió hacer asfalto. Pero al llevar 45 minutos se paró. Y al quedarme sólo no pude reprimir la tentación de entrar en el campo de golf y recorrerlo de un lado a otro, subiendo y bajando las dunas, resiguiendo los greens como si mi imaginación dibujara las típicas cintas que delimitan el trazado de un cross alrededor de ellos. Reconozco que, quedamente, amenizaba el silencio con un rum rum que imitaba el juego de un niño que corre de una lado a otro, mientras con las manos imita el conducir de una moto. Fue impresionante. Todo era verde a mi alrededor y la lluvia era mi amiga egoísta que con su presencia no permite que otros se acerquen: estaba sólo, estábamos solos. Y fue impresionante.

Para terminar me acerqué a la pista, azul. Ahora está renovada, pero tiene el honor de ser la primera que se construyó en Holanda. Pero eso no es nada si se compara con los récords que posee. En el año 1975, Jos Hermens -el mánager de atletismo más importante del mundo a día de hoy- estableció el récord mundial de la hora en 20.907m. Sólo un año más tarde, y en la misma pista de Papendal, mejoró su anterior registro hasta los 20.944m.


Esa marca permaneció en la cima hasta que 15 años más tarde uno de los atletas que representa, Arturo Barrios -mexicano-, corrió 21.101m. Se convirtió en el primer hombre que corría una media maratón en menos de una hora. En la actualidad, la marca de Jos Hermens es récord de Europa; y el récord del mundo (21.285m) está en las manos de otro de sus atletas: Haile Gebrselassie.

Yo no corrí tanto tiempo ni tantos metros, pero pisar ese tartán y descubrir lo que ha vivido, escondida en medio de una arboleda, no pudo menos que emocionarme.

martes, 27 de noviembre de 2007

Barioná, el hijo del trueno


[Me encanta leer, pero no me considero con suficiente autoridad para hablar de libros; además, aborrezco los best-sellers. Lo que me encanta es descubrir pequeñas joyas que la casualidad ha colocado en mis manos o algún conocido ha sabido recomendarme. Por lo tanto, mi sección de libros intentará ser amena y sólo hablaré de los libros que creo son desconocidos pero que valen la pena. Porque del mismo modo que agradezco los pequeños descubrimientos que me hacen, sería injusto guardármelos para mí. Así que empiezo con algo muy apropósito de las fechas que se acercan: la Navidad]

Barioná es una obra de teatro sobre la Navidad que escribió Jean Paul Sartre. Sartre era ateo de pies a cabeza y, por lo tanto, sorprende que escribiera este libro. Pero tuvo sus motivos.

La Navidad de 1940 estaba en el campo de prisioneros Stalag 12D. Allí había de todo: otros ateos, algunos creyentes y otros que no, e incluso curas. Fue con los curas con los que decidió escribir la obra. La vida en el campo no debía ser fácil y su afición a escribir le llevó a hacer más placentera la estancia de los 12.000 prisioneros, aunque sólo fuera durante unas horas.

La obra sólo se representó una vez y se hicieron copias sólo para los actores, ni una más. Según ordres de Sartre, después de la función todas las copias debían ser eliminadas, pero no fue así. Algunos actores conservaron las suyas y, en 1962, consiguieron el permiso del autor para que se publicara. No obstante, Sartre exigió una única tirada de 500 ejemplares, numerados, y con un prologo suyo expreso que le desvinculara de cualquier creencia cristiana:

"El hecho de que adoptara el tema de la mitología del cristianismo no significa que hubiera cambiado la dirección de mi pensamiento, ni siquiera por un momento, durante mi cautiverio. Simplemente se trató de encontrar, de acuerdo con los sacerdotes prisioneros, un tema sobre el que conseguir, aquella noche de navidad, la unión más amplia posible entre cristianos y no creyentes".

Pasaron los años y lo que antes era un libro se convirtió en historia y de historia pasó a mito. Y del mito al olvido. Hasta que en una tertulia de café salió el tema. Los contertulios se afanaron en búsquedas y en llamadas para saber si realmente existía este libro, hasta dar con un ejemplar en una Universidad estadounidense -creo que Chicago, pero no estoy seguro-. Una vez allí el trabajo consistió en traducirlo y editarlo.

Hoy está en las librerías españolas de la mano de Voz de Papel y al parecer se ha sacado una segunda edición aumentada al conseguir uno de los manuscritos de 1940.

Para acabar y comentar algo de lo que cuenta el libro -hasta ahora sólo he hablado del libro- diré que Sartre fue uno de los actores esa noche; fue Baltasar. Si leéis el libro sabréis por qué. Por lo menos, yo también habría escogido ese personaje. No hay diálogo más impactante que el que tienen Baltasar y Barioná a la entrada de la cueva de Belén.

En fin, una visión de la Navidad mucho más real que las que tenemos por costumbre de ver en estas fechas. Y contada por un ateo, aunque cueste creerlo.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Tocado y hundido

Había barro, sí. No tanto como para tirar los calcetines a la basura al terminar pero sí el suficiente para que yo me hundiera. En Holanda, como todo el mundo sabe y yo ya me canso de comprobarlo, no existe ninguna montaña. Para entrenar, en general, no son exclusivas; pero para entrenar el cross es bueno visitarlas a menudo.

Ahora mismo no me veo mal entrenado, pero sí me veo trotón. Soy capaz de correr rápido durante varios kms, coger un ritmo crucero elevado y mantenerlo; pero no tengo fuerza -por no haberla enternado- para moverme en el barro. Echo de menos correr por la playa como lo hacía en casa: cada miércoles, rodaje por la playa, y algunos sábados, series.

El resultado, por lo tanto, me defrauda un poco. Es cierto que fui con la humildad del que acaba de correr una maratón y sabe que éste es su primer cross de la temporada, pero lo poco de orgullo que llevaba encima (mi nombre aparecía entre los atletas destacados) y las ganas que tenía de hacerlo bien quedaron lapidados por el barro belga. Y me sentó muy mal. No me gusta pasarlo mal en las carreras (entiendo por pasarlo mal que me salgan mal; sufrir y extenuarse por un buen resultado no es -en ningún caso- pasarlo mal). Así que llegué a meta cabizbajo, derrotado y abatido.

Pero le saco una lectura positiva al resultado. Hay que levantarse y seguir entrenando; más duro si se puede. Y se puede, os lo aseguro.

La carrera ha sido como el típico examen sorpresa que hacen por esta época; aquél examen que te demuestra que tus conocimientos, a día de hoy, rozan el 2 o el 3. Un jarrón de agua fría, cierto, pero un aviso a navegantes para evitar septiembre si uno se pone las pilas. Así que a ponerse las pilas. Hay tiempo para remediarlo.


Y cómo llegué a esa conclusión, muy sencillo. Para los 30 primeros había premios en metálico -no mucha cantidad, pero algo esperaba sacarme-. Mi puesto, creo que el 42, no me daba derecho a dinero pero sí a premio en especias. En la foto podéis ver lo que me dieron: un paquete de espaguetis de 375 gramos, 4 latas de cerveza, un jabón de ducha y un trozo de toalla muy pequeño que no sé para qué sirve.

Me diréis: pues yo sólo veo 3 latas. Claro, la cuarta me la tomé en el tren, de vuelta a casa y sacando las conclusiones que he escrito anteriormente. Tenía mucha sed era lo único líquido que estaba a mi alcance. Aunque debo reconocer que el eslogan de la cerveza me echaba un poco para atrás:

"You love it or you hate it".

sábado, 24 de noviembre de 2007

Empiezo el cross

Mañana domingo me voy a Bélgica para dar comienzo a mi temporada invernal, es decir, mi temporada de cross. El debut será en Roeselare, una ciudad de la provincia de Flandes Occidental. Nunca he corrido allí ni tampoco he hecho un cross fuera de España exceptuando competiciones oficiales tales como campeonatos de Europa o del Mundo. Tengo unas ganas enormes de descubrir cómo será.

Pero por si fuera poco, van y me presionan. En la página de la federación europea de atletismo aparece una nota sobre el cross enumerando algunos de los atletas que van a participar y mi nombre está entre ellos (mal escrito, pero entre ellos).


Y tengo ganas de hacerlo bien, porque el cross me fascina. Me han dicho que habrá barro, muuuucho barro. Me gusta. Me gustan los croses en los que el barro se te pega en las cejas, lo notas entre los dientes, llegas a saborearlo, el dorsal no se ve ni se sabe de qué color era la camiseta, que a mitad de la carrera te preguntas qué demonios haces allí corriendo, que al terminar es mejor tirar los calcetines a la basura porque es imposible que vuelvan a servir... Pero por encima de todo -y por debajo del barro- se dibuja una sonrisa de oreja a oreja y una sensación de placer que es difícil de igualar cuando se cruza la meta. Lo has conseguido; nada te ha derrotado; eres más fuerte.

Así que me pongo de nuevo el dorsal, después de la maratón de Amsterdam y a la vuelta os contaré el resultado y la experiencia.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

¿Soy judío?

Cuando empecé este blog le puse el título de carrerasdemundo porque tenía (y tengo) la idea de competir en cualquier parte del mundo. El próximo viernes se celebra en Tel Aviv la media maratón y tenía ganas de participar.

Mi hermano vive en Jerusalén y siempre me ha invitado a visitarle con la excusa de hacer por Israel alguna carrera. En un principio pensamos en la media maratón de Bet Shean, a principos de diciembre; pero tenía poquito presupuesto y ellos mismos me recomendaran que probara suerte en la de Tel Aviv.


Visité su página web y descubrí que únicamente estaba en hebreo. Por suerte, mi hermano lo habla perfectamente. Empezó a mover hilos para conseguir que me pagaran el viaje, aunque la explicación les dejó un poco desconcertados: es un chico español, pero ahora vive en Holanda y quiere venir a correr vuestra media maratón...

Los organizadores se extrañaron de mi interés y le preguntaron a mi hermano:

-¿Es judío?

Toma ya. Durante mis años de atleta me han preguntado infinidad de veces si era moro. Mi piel tostada, mi cabello negro como el carbón y áspero como un felpudo y mi nombre muy poco español, pueden inducir a error. Soy capaz de comprenderlo. Recuerdo que en Coín, Málaga, al enseñarles mi DNI me preguntaron -afirmaron-:

-Ah, entonces eres nacionalizado.

-¿?- luego somos los catalanes los separatistas.

Así que ahora también me confunden con un judío. ¿Qué será lo próximo? ¿Me confundirán con un esquimal?

La lástima es que he acabado echándome para atrás. Aunque había algunos premios económicos e incluso primas por tiempos, no me he atrevido a ir a Israel. Tenía que pagarme yo el vuelo y no veía del todo claro si podría correr ni si podría aspirar a los premios. Pero lo tengo pendiente; quizá los 10km de Jerusalén, en primavera, donde mi hermano ya ha conseguido quedar quinto el año pasado.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Vuelos baratos

La semana pasada recibí uno de esos e-mails que van directamente a la papelera: los de las ofertas de vuelos. Siempre ofrecen precios que son imposibles de conseguir; pero éste era distinto.

Primero pasó por la papelera, pero por la tarde lo recuperé. Su título me dejó algo confuso pues afirmaba que me regalaban 2 vuelos de ida y vuelta para el fin de semana; no tenía dónde ir ni tampoco acababa de creérmelo. No obstante, lo releí. Y pensé.

Me acordé que en España, este fin de semana, había varias carreras. Llamé a mi mánager para saber si podría correr en alguna. El cross de Llodio estaba complicado, pero quedaba el de Torredonjimeno y los 10kms de Canillejas. Ya estaba a punto de confirmar el vuelo, cuando llamé a mi entrenador para preguntarle qué le parecía.

Ahí acabó todo. Me dijo que me relajara, que las prisas no eran buenas, que si no estaba previsto correr ese fin de semana era mejor seguir con lo programado y competir en otra ocasión. Es decir, que me quedé sin ir a Madrid. Ya tenía el fin de semana en la cabeza: llegar el sábado, encuentro con los amigos, a la cama prontito, correr el domingo en Canillejas y terminar la tarde en el Brillante de Marqués de Zafra, con un bocadillo de morcilla -abundante- entre las manos. Y regresar de madrugada a Holanda y seguir la rutina.


Mi entrenador -Antonio Serrano- es encantador. Soporta todos mis arrebatos y caprichos, aunque intenta reprimirlos de vez en cuando. Sabe que funciono mucho por impulsos y que, si carezco de motivación, los entrenamientos no me salen. Ya no se extraña con mis llamadas o e-mails en los que le propongo nuevas aventuras: la maratón de Amsterdam, el campeonato de España de duatlón, el mundial... Seguro que ya se estará preguntando cuál es mi próximo reto.

Mientras tanto, me he quedado sin correr Canillejas. Me he quedado sin ver a mis amigos. Y, lo que es más importante, me he quedado sin poder emular el resultado de hace 2 años: fui sexto de la general y tercero de los españoles que, traducido a euros, significaron la poco desdeñable cantidad de 1000. El premio más cuantioso que he recibido hasta la fecha.

Por supuesto, el premio no habría sido lo más importante de ir a Madrid (caso de ganar algo, que nadie me lo aseguraba). Así que lo siento por los de la capital, pero mi visita tendrá que esperar. Se aceptan sugerencias.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Mi madre

El fin de semana con mis padres acabó, pero dejó paso al lunes con mis padres. Lo que tienen los vuelos baratos es que normalmente necesitas regresar el lunes por la noche. Si el trabajo lo permite, es una opción buenísima.

Los lunes empiezo a trabajar (prácticas) a las 12. Se lo recomiendo a todo el mundo; permite empezar la semana siempre con buen pie. Da tiempo a salir a correr, organizar toda la semana y llegar al trabajo con una sonrisa de oreja a oreja, sin agobios, sin prisas, sin estrés. Pero ya es rizar el rizo si el entrenamiento matutino lo puedes hacer con tu propia madre.

Mi madre me inculcó la pasión por el correr. No es menos, pues 23 años antes yo la "obligué" a ella. Mi madre jugaba al baloncesto, desde pequeñita hasta que nací yo. Yo fui el cuarto hijo en 5 años y entre tanto pequeñajo en casa, el trabajo y los entrenamientos y los partidos, se vió obligada a dejarlo. Pero no podía estar sin practicar deporte y cambió al atletismo; el atletismo tiene la ventaja de que se puede practicar en casi cualquier parte y a casi cualquier hora. La de veces que nos dejó sólos en casa mientras ella se iba a correr, aunque algunos familiares pusieran el grito al cielo.

No obstante, no me dejé persuadir fácilmente. Yo de pequeño era fútbol, fútbol y fútbol. A regañadientes corría los crosses en los que me apuntaba con mis hermanos y hermanas. Pero una madre no se da por vencida con facilidad. Al pie del cañón se mantuvo y ahora soy el niño de sus ojos (con permiso de Nico, claro).

Como es lógico de cualquier madre, vibra con mis buenos resultados. Pero porque sabe que para recoger frutos hay que trabajar mucho la tierra, no me deja pasar ni una. Cuando estoy en casa me controla mejor que mi entrenador; me pregunta siempre qué he hecho y qué es lo que tenía que hacer. Y si entrevé que he escaqueado algo, me pone mala cara y me suelta un sermón.

Recuerdo una vez que vino a buscarme a Girona en coche. La noche antes no había dormido demasiado y, por lo tanto, esa mañana no entrené. Volviendo a casa me preguntó si ya había entrenado y, al responder negativamente, paró el coche.

-Ya te puedes poner las zapatillas. Yo me voy por el autopista y tú sigues corriendo por la nacional.

Una hora y pico más tarde llegué a casa. Calculando a ojo descubrí que había 18kms desde ese punto hasta mi casa. Ahora no me parece tanto, pero entonces tenía 16 años y nunca había corrido tanto.

Compartir aficiones con la propia madre es algo enorme, aunque algunas veces se imponga su voluntad. Al fin y al cabo, siempre es por nuestro bien. Y lo bien que lo pasé al lunes pasado enseñándole el Amsterdamse Bos. Ésto sí que no tiene precio.

Siento no tener ninguna foto. No conseguimos, entre los dos, convencer a mi padre para que se uniera a la expedición.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Haciendo el turista

A petición de María, cuelgo en el blog algunas fotos de Volendam. Es encesario decir que, aunque el pueblo era muy turísitco, no debéis imaginaros un Benidorm ni un Lloret; aquí la cosa funciona distinta. Como ilustra esta primera foto, en algunas casas se entra por el tejado.

La calle turística, la de las tiendas de souvenirs, es la que da al mar. Las tiendas no son más que casas que en su planta baja ofrecen artículos turísitcos: zuecos, postales, camisetas, tulipanes... Pero si el caminante dirige sus pasos al interior del pueblo, es decir, cruza la primera línea de casas, se encuentra de repente en un entramado de callejuelas, sin orden ni concierto, del que nadie se atrevería a decir que pertenece a un pueblo turístico. Ahí está la segunda foto, un puente levadizo que cruza un canal de menos de un metro de ancho y por el que no cabe ni la más pequeña embarcación. ¿Para qué lo hicieron levadizo entonces? Lo siento pero no sé contestaros.

Quizá es necesario apuntar que la visita se hizo en noviembre y que el parte metereológico anunciaba clima holandés: ahora tapado, ahora cuatro gotas, ahora un chaparrón de 3 minutos, ahora parece que sale el sol pero no, ahora tapado, ahora cuatro gotas... Seguro que en verano hay más gente y el pueblo pierde parte de su encanto. No obstante, merece la pena visitarlo cualquier día de la semana menos el domingo (nosotros lo hicimos el domingo). Los demás días de la semana, cuando los pescadores regresan a tierra firme, empieza la subasta del pescado. Los pujantes se colocan frente a la casa de la pesca y pelean (civilizadamente) para enriquecer sus barrigas.

En fin, que la visita merece la pena, aunque algunos holandeses te digan: "uffffff, eso es muy turístico, eh".

Y para acabar, aunque esta foto ya es de Monikkendam, mi padre haciendo la típica broma del edificio que está torcido. Seguro que los holandeses no sienten ninguna impresión frente a la torre de Pisa; aquí es muy raro encontrar un edificio simétrico y que dibuje una vertical perfecta. Todos tienen su ligera (o no tan ligera) inclinación.


domingo, 11 de noviembre de 2007

Volendam

Sin que sirva de precedente, este domingo he descansado. El motivo lo justifica: mis padres han venido a verme a Amsterdam. Ayer, después de algunos líos en el aeropuerto y demás, conseguimos encontrarnos y recorrimos la capital. Hoy, el plan era más relajado; excursión a un pueblo pesquero a 20kms.



El pueblo se llama Volendam y está muy cerca del de Edam, conocido por su queso. La historia del pueblo no es menos interesante.

Enclavado en un entorno protestante, Volendam profesa la religión católica. Durante muchos siglos rivalizó con su pueblo vecino Marken, que es protestante. Ambos pueblos eran pescadores y se encomendaban a sus respectivas divinidades para faenar mejor que el otro.

Hoy la rivalidad ha ido degenerando. Mientras los protestantes siguen anclados en un pasado muy tradicional y aborrecen a los turistas, los católicos han aprendido a sacar tajada del tema y dinero a los turistas. Las calles de los primeros están llenas de personajes de época, casas típicas y pocos servicios; las de los segundos son un reguero de tiendas de souvenirs y restaurantes, con cartas en todos los idiomas.

La estampa, no obstante, no es tan diferente. Mientras los primeros visten trajes típicos porque la tradición así se lo manda, los segundos visten trajes típicos porque a los turistas les agrada.


En honor a la verdad, debo decir que la visita sólo ha sido a Volendam; el servicio de ferry que une ambos pueblos está suspendido durante los meses que no son de verano. Pero me he quedado con las ganas de visitar Marken y, de paso, llegar corriendo a la isla por el dique que han construido para acceder a ella desde tierra firme. Tiene que ser impresionante recorrer esos 5kms de estrecha carretera entre las aguas.

* En la foto, mis padres y yo. Al fondo, Marken.
* En el mapa, Marken es la isla; Volendam, el pueblo que está más al norte, y entre ellos, Monnikendam (donde hemos parado a comer).

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Maratón de Amsterdam (III)

Ya han pasado más de tres semanas desde que corrí la maratón. Tiempo suficiente para descansar y empezar de nuevo los entrenamientos; y tiempo suficiente para ponerme a contar lo que ocurrió durante la maratón: las anécdotas. Al fin y al cabo, las anécdotas siempre son más divertidas de leer que los fríos resultados.

La carrera empezaba a las 10:30 de la mañana. Como en toda competición mínimamente importante, me levanté 4 horas antes para desayunar. Después de 2 tostadas y un café, salí a pasear un poco para activar las piernas y, si lo encontraba, comprar un periódico español para disfrutarlo durante un par de horas.

Por la mañana uno ve las cosas muy claras y se da cuenta que, aunque sea la misma hora, no es lo mismo pasear a las 7 de la mañana de un domingo que volver a las mil de la noche de un sábado. El periódico no lo encontré; al que encontré fue a un yonki que dirigía los pasos hacia mí. Cuando llegó a mi altura hizo para cerrarme el paso. Yo, muerto de miedo, opté por hacer un sprint de 10 metros y alejarme. "Empezamos bien el día", me dije.

De vuelta a casa, me senté en el sofá con Madame Bovary. Nuevo disgusto: acababa de suicidarse. Al paso que vamos no sé que va a ser de mí en la maratón.

Pero todo cambió al calzarme las zapatillas. Uno se siente ligero y con furza suficiente en las piernas para recorrer el mundo (dos veces). Empecé a calentar y nos dirigimos a la salida. Me coloco junto a Asier, Ibon y Ramón, justo detrás de los atletas destacados.

El disparo de salida sonó puntual y diríamos que mató a alguien. Justo a mi lado empiezaron a caer atletas y Ramón se encuentraba entre ellos. Ibon y yo tiramos a nuestro ritmo y Asier se quedó a esperarlo. En el km 1 ya estabamos reagrupados, aunque parecía que a Ramón le dolía un dedo de la mano.

Pasaban los kms. y con Asier comentaba la jugada. Hablamos bastante pues el ritmo era cómodo. En los avituallamientos, él se ofreció a coger mi bidón. [Abro paréntesis: cada 5kms hay avituallamientos; la organización coloca vasos llenos de agua o bebidas deportivas para los todos los corredores pero, para los atletas de primer nivel, hay bidones propios. La noche anterior, cada atleta tiene que entregar sus bidones con distintivos para ser reconocidos durante la carrera. La ventaja es que cada uno bebe lo que ha preparado a su gusto y que es más fácil beber de un bidón que de un vaso.] En el km 5 Asier reconoció el bidón con facilidad, aunque tuvo que pararse un poco. En el 10 la cosa fue mejor; pero al llegar al 15...

Los bidones, además del distintivo, llevan el número de dorsal del corredor. Por lo tanto, al ser individuales, un voluntario tuvo la idea de entregármelo en mano. Yo, confiado que lo cogía Asier, no prestaba atención y la cosa pasó tal como lo cuento: Asier vio al voluntario con el bidón y se acercó a cogerlo. El voluntario al verme a mí, se me acercó para ofrecérmelo a la vez que evitaba que Asier lo cogiera. Para más inri, Asier mide menos de 1,70 y el voluntario era de tamaño holandés; total, que Asier estaba saltando alrededor del voluntario mentras que él levantaba el brazo para que no lo cogiera. Cuando me di cuenta, grité al chico que Asier era mi liebre y que le entregara el bidón. Para el próximo avituallamiento, decidimos que yo lo cogería.

Mientrastanto, seguíamos hablando y aprovechamos para poner motes a los que nos acompañaban. Teníamos al dorsal 2004, de correr tosco y la piel blanquísima; yo lo llamé John Brown, aunque ya le gustaría perecérsele siquiera un poco. Luego estaba el francés o el del mp3 que, pasada la media, se puso a darnos las gracias; todavía hoy me pregunto por qué. Luego estaba el español de las 2h40 que no sé ni cómo ni dónde acabó. Y también había otros, pero les perdimos el rastro antes de que habláramos de ellos.


Y llegó el momento en que me quedé sólo. Poco antes, Asier había dicho: "ahora a pillar morenos", es decir, a adelantar los que han salido más rápido que sus posibilidades y ahora van agonizando. Yo adelanté a dos. Uno de ellos era una liebre y no entiendo por qué seguía corriendo, pues iba sólo. [La liebre es el atleta al que se le paga para que vaya comandando un grupo; si no hay grupo, la liebre no tiene sentido.]

Y llegué al túnel. Una semana antes, Iñaki me preguntó dónde estaba el túnel y qué dureza tenía. Yo le contesté que no había ningún túnel en todo el recorrido y descubrí por qué me había equivocado.

Cuando escribí la previa, yo iba por el carril-bici. Sobre el km 37, la carretera hace un bucle que el carril-bici solventa por arriba. Y pensé en Iñaki. A simple vista no es una gran cuesta, pero la vista en el 37 ya no es tan simple. Después de la carrera, Iñaki me comentó que se encontró sin fuerzas al salir del túnel y que tuvo que recorrer la cuesta andando. Pobrecito.


Y ya al final, exausto, llegué al estadio. Ni la marca era para celebrarlo tanto (2h27'09") ni el puesto (31) para tirar cohetes. Pero entrar en un estadio lleno de público, con la música bien alta y descubrir que haciendo un poco el payaso la gente aplaudía más, decidí darme una ovación y saludar al público a la vez que les mandaba besos.

Por la tarde, tocaba ir a Misa. Con el cansancio de mis piernas, el hecho de que fuera en holandés y el que durara más de una hora, hiceron que lo pasara un poco mal. Pero tuvo su premio: acabada la comunión, un cura-monaguillo abrazó un violonchelo y entonó -bajo- un Ave María como nunca había escuchado. Mereció la pena toda la Misa sólo por este final.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Losheim

Este fin de semana he ido con mis compañeros de residencia a Losheim. Según mi hermano Enric, no puedo decir los de casa ya que acarrea connotaciones que no me corresponden*.

Losheim es un pequeño pueblo de Alemania, aunque no siempre ha sido así. Su cercanía a la frontera con Bélgica ha permitido jugar a ping-pong con él. En un principio era un pueblo belga, pero en 1921 pasó a ser alemán. Acabada la segunda Guerra Mundial, en 1949, se decretó que era belga de nuevo; pero finalmente (¿o debo decir "por ahora"?), en 1958, quedó establecido que el pueblo era Alemán.

El pueblo es tan pequeño que me resultó imposible encontrar cualquier información en Internet. Al parecer hay otro Losheim más importante (Losheim am See), pero no es el mío. El mío está habitado por 340 personas, la mayoría de ellos granjeros.

Su altitud es de 567m, pero sus ondulaciones con pronunciadas. Después de 2 meses en Holanda, aquello parecen los Pirineos; y no puede reprimir la tentación de salir a correr por sus caminos.
El sábado pasamos el día en Luxemburgo y luego visitamos un castillo en Bélgica. Por lo tanto, la mañana del domingo, mientras los demás todavía dormían, me levanté sigilosamente para ir a explorar los contornos.
En seguida encontré un camino sugerente y me uní a él. Tortuosamente pasamos entre granjas, prados llenos de vacas, bosques frondosos com nunca había visto... Mis ansias de explorador no me permitían desandar el camino recorrido y eso me hizo acaban andando más que corriendo algún tramo. Lo que en un principio era un camino con un riachuelo acabó tornándose un río sin camino.

El reloj empezaba a avanzar peligrosamente cuando me di cuenta que no sabía el nombre de mi pueblo. Pero quiso la providencia echarme una mano y, después de girar una esquina, reconocí el pueblo vecino que antes había cruzado, aunque por otro lado. Me explico.

Al salir de Losheim y recorrer un buen tramo de camino de carro, crucé un pueblo en forma de T (un pueblo que tenía 2 calles). Entré por la base de la T y tomé la extensión de la derecha. Un rato más tarde, me di cuenta de que esaba de nuevo en el pueblo, aunque había llegado a él por la calle de la izquierda. Encarrilé el mástil de la T y llegué a casa justo cuando los más madrugadores se estaban desperezando.
Qué lastima que la cosa acabara allí y no pudiera descubrir nuevos caminos. Otra vez será.

* La riqueza del español no deja de sorprenderme. Al parecer, el verbo atañer sólo existe en las formas no personales y en la 3 persona. Me encanta; sirve para quitarse las obligaciones o similares de encima. No puedo decir "esto me atañe"; es incorrecto. Pero si puedo decir esto les atañe a ellos. Sin comentarios.

martes, 30 de octubre de 2007

Liga Fantástica de Atletismo

Como todos los años, Pablo Villalobos nos deleita con el juego de la Liga Virtual de Cross. Con ésta, llegamos a la 4 edición y sumando. El juego, muy simple.

El usuario tiene 350 puntos para fichar a 8 atletas -4 chicos y 4 chicas-, que dependiendo de sus resultados a lo largo de la temporada crossística (noviembre-marzo) irán sumando puntos a tu equipo.


Como viene siendo habitual, no hay premios cada jornada ni al final; únicamente se trata de disfrutar con el cross y descubrir quién tiene mejor ojo para con los atletas. No obstante, tampoco es muy importante saber de atletismo.

Os animo a cada uno de vosotros a hacer algún equipo -yo he hecho 2-, pero tened en cuenta que la fecha límite es el próximo sábado. Para más información y para poder inscribir vuestros equipos, haced click aquí.

PD: No os asustéis con mi precio (tampoco os enfadéis con Pablo); es el resultado a una pasada temporada de cross nefasta.

sábado, 27 de octubre de 2007

Gràcies Jaume

Para los que no le conozcáis, Jaume es mi mejor amigo. Nunca se ha negado a hacerme un favor y ha estado siempre ahí, en los momentos fáciles y en los difíciles.

Nuestra amistad empezó en segundo de primaria. Supongo que en primero también fuimos amigos, pero jugar juntos al fútbol a partir de segundo marcó una época: los viernes en su casa, los sábados en cualquier campo de la provincia de Girona y toda la semana siguiente para recordar cómo jugamos y cómo fueron los goles. ¿Te acuerdas del que hiciste desde medio campo porque yo engañé al portero no tocando el balón?

Y fuimos creciendo a la par que nuestra amistad. Dejamos de jugar juntos a fútbol, pero lo suplimos con excursiones a Meranges, Rocacorba, Railp, Oporto... Y llegó la universidad. Yo ya me había ido a Madrid y tú te fuiste a Pamplona. Empezamos a hablar menos, pero lo remediábamos con cenas que se prolongaban hasta la madrugada cuando se nos presentaba la ocasión. O con viajes. Porque Jaume nunca me dijo que no.

No me dijo que no cuando le propuse el plan de Atenas y se lo agradezco. ¡Qué viaje a Atenas! ¡Cuántas cosas nos contamos en nuestros 20 años! ¡Cuánto aprendimos el uno del otro! ¡Cuántos proyectos teníamos! Qué bonita era la vida viendo las puestas de sol en Voulagmeni, vaso de frappé vacío encima la mesa y libros o libretas en las manos; yo con Jean Valjean y tú escribiendo tus crónicas inéditas... O cenando un double pitta a los pies del iluminado partenón...

Tampoco me dijo que no al verano siguiente, cuando nos fuimos a Bélgica. Saboreábamos cervezas al mismo ritmo que cuadros de Rubens y Jan van Eyck, y seguimos hablando de los proyectos que teníamos contemplando los canales de Brujas.

Ni siquiera se negó este verano a hacer una excursión en bici por las entrañas de Catalunya, adentrándonos en la edad media de la mano de los monasterios cistercenses y contemplando las tumbas de nuestros reyes y sus increíbles historias, y soñando en todo lo que han vivido esos mudos muros de piedra, impasibles al transcurso del tiempo y los aconteciemientos.
Y tampoco me dijo que no en mi última excentricidad, a raíz de la maratón de Amsterdam. Jaume trabaja en una agencia de comunicación y se dedica a poner en contacto a las firmas con los medios, es decir, a crear noticias. Y yo le pedí que me creara una. Y él la creó.


Después de mandarle algunos datos sobre mis carreras, mi vida en Holanda y el resultado de la maratón, se puso manos a la obra y el jueves recibimos el fruto. El pasado jueves, 25 de octubre, el diari de Girona se hizo eco de mi incursión a la distancia de Filípides, sólo porque Jaume lo quiso. Sólo porque Jaume es mi mejor amigo y quiso hacerme este favor.

Muchas gracias, Jaume. Moltes gràcies. Dank je wel.

La edición digital de la noticia puede verse aquí.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Maratón de Amsterdam (II)

Finalizada ya la maratón, llega el momento de hacer balance. Antes todo eran especulaciones; ahora todo son realidades, aunque sigue habiendo especulaciones... ¿Qué habría pasado si me hubiera quedado en el grupo hasta el 30? ¿Y si en lugar de cambiar a 3'14" hubiera mantenido a 3'25"? ¿Qué habría pasado si hubiera tenido compañía hasta el 35?


Pero no ocurrió así y punto. Mi marca es de 2h27'09" y aunque la mayoría de los que votaron en la encuesta -y yo mismo- creíamos que podía correr en menos de 2h25', lo cierto es que sólo 9 personas acertaron que estaría entre 2h25' y 2h30'. Sé que una de ellas (el primero) fue mi hermano Nico. No negaré que siento una curiosidad enorme para saber quiénes fueron los demás.

También hubo 3 que pensaron que no acabaría; lo siento, os equivocasteis. Aunque entiendo muy mucho vuestro voto, sobre todo ahora que me enfrentado por primera vez con la distancia. Seguro que si siempre votáis así algún día acertaréis; no obstante, intentaré evitar-lo.

¿Pero en qué punto se escapó la marca? En los parciales que muestra la organización, cada 5km, parece que fui muy bien hasta el 35: 2h00'05". Manteniendo un ritmo de 3'25" me sobraban 20 segundos para bajar de 2h25'. Pero en meta me faltaron 129... ¡Más de 2 minutos!

Muchas gracias a todos por votar y por ser partícipes en esta aventura; la encuesta le sumó un punto de emoción a la carrera, aunque algunos se liaran haciendo cálculos y prefirieran seguir el consejo materno (experimentada en maratones), que a la postre falló...

lunes, 22 de octubre de 2007

Maratón de Amsterdam (I)

Domingo 21; 10:30 de la mañana. Momentos antes, calentando, me preguntaban qué tal me sentía. "Como un niño al que le regalan un ChupaChups", fue mi respuesta.

La aventura de enrolarme en una maratón estaba en su momento álgido. El estadio olímpico de Amsterdam, lleno de público y de atletas, esperaba que empezara el festín. Todos atentos al disparo de salida y, cuando éste se produjo, empezó la estampida.

Los kms fueron pasando y yo me encontraba pletórico. Iba en un grupo con otros 4 españoles: Ibon y Ramón -que buscaban marcas similares a la mía-, Asier -que nos haría de liebre hasta el 27- y un invitado de última hora que quería salir para 2h40'; nosotros le preguntamos que por qué estaba allí, pues íbamos más rápido, y él nos contestó que se quedaría con nosotros hasta que aguantara. A la media llegó con el grupo; a partir de allí no sé ni si llegó a meta.

Total, que íbamos a nuestro ritmito. A veces pienso que hablábamos demasiado, pero es que yo me encontraba pletórico. En los avituallamientos Asier se adelantaba para coger mi bidón, que luego nos íbamos pasando de unos a otros. Y todo fue bien hasta la media...

La media maratón la pasamos a 1h12'35", más o menos el ritmo esperado. Pero Ibon y Ramón empezaron a descolgarse y Asier decidió quedarse con ellos. Mis conpañeros de grupo no iban muy sobrados de fuerzas y, viendo que nadie asimilaba el liderazgo y que el ritmo disminuía, opté por ir solito hacia la meta. Era el km.23.


La elección fue buena; la ejecución, mala. Queriendo bajar de las 2h25', me empeciné en que debía recuperar algunos segundos respecto a la primera media y me lancé a ello. Empecé a hacer kms a menos de 3'20" sin tener en cuenta que todavía me faltaban 18 hasta la meta y que me tocó hacerlos totalmente solo (sólo vi a 2 atletas durante esos 18000m; dos atletas rezagados que lo estaban pasando peor que yo).

En el 30 tenían que estar mis compañeros Erasmus, pero su apretada agenda (¿?) debió de impedírselo. Todavía mantuve el tipo hasta el 35 más o menos, corriendo a 3'25"-30". Pero allí empezó el calvario. Los kms se hacían cada vez más largos y la cabeza dejó de soñar en alguna marca para pensar únicamente en acabar. Y acabé. Acabé mi primera maratón con una marca de 2h27'09".

http://www.runnersweb.nl/runnerstv?e=AM07M&n=Marc%20Roig&r=38&ct_s1=10:47:31&nt_s1=17:29&ct_s2=11:21:35&nt_s2=51:34&ct_s3=11:42:36&nt_s3=1:12:35&ct_s4=11:56:05&nt_s4=1:26:03&ct_s5=12:12:47&nt_s5=1:42:45&ct_s6=12:30:06&nt_s6=2:00:05&ct_s7=12:48:39&nt_s7=2:18:38&ct_f=12:57:10&nt_f=2:27:09&=finish&l=nl&c=1&=vondel5k&c=2&=overzicht&c=3&=zee&c=4&=vondel40k&c=5&=finish&c=6&=parcours&ccount=7&k=finish

sábado, 13 de octubre de 2007

Maratón de Amsterdam (previa)


A falta de una semana para que se dispute la Maratón de Amsterdam, me he permitido el lujo de recorrer parte del circuito en bici para reconocer el terreno. El día se ha presentado soleado aunque en algunos tramos soplaba algo de viento para evitar unas condiciones óptimas. Seguidamente, la descripción del trazado.

La carrera empieza a las 10:30 de la mañana del domingo 21 de octubre de 2007, desde el Estadio Olímpico de la ciudad. Una vez fuera de él se avanza por Stadionweg, una calle ancha pero con raíles de tranvía en el centro. Sobrepasado el km. 2 se tuerce a la izquierda por Hobbemakade que nos lleva directamente al Rijksmuseum, el museo de arte espcializado en s.XVII (siglo de oro para la pintura holandesa) pero que al estar en obras la visita queda muy devaluada. Y llegamos a Leidseplein -seguramente atestado de turistas- para entrar en Vondelpark y recorrerlo de este a oeste; dentro veremos el km. 5 y provablemente un número elevado de público, proporcional a la temperatura del día de la carrera.

Al salir de Vondelpark se gira a la izquierda para recorrer Amstelveenseweg dirección al Estadio Olímpico. Podemos despedirnos del estadio durante un par de horas porque hasta la meta no lo volveremos a ver. Y seguimos otra vez por Stadionweg, aunque esta vez giraremos por Apollolan que nos enlazará con Churchilllaan y el km. 10 de la carrera.

Después zigzagueamos un poco por Rijnstraat, Kennedylaan, Mirandalaan y Zuideleijke Wandelweg para llegar al Amsteldijk. Aquí empieza el trazado bonito de la maratón, aunque peligroso. Durante casi 15 kms estaremos recorriendo el río Amstel, gozando de su tranquilidad y la preciosidad de las casas que lo jalonan, pero con la presencia del viento y la ausencia del público. Al llegar al molino, nos desviaremos un momento a la derecha para recorrer un tramo del Europaboulevard y encerrar entre nuestros pasos el Amstelpark; y pasaremos a la otra ladera del río a la altura de Ouderkerk -la vieja iglesia-. Desde este lado del río se puede ver el estadio del Ajax, conocido por el nombre de Arena.

Cuando vislumbremos el Utrechtse Brug -puente de Utrecht- ya habremos sobrepasado el km.25 y cambiaremos el atractivo del río Amstel por el hormigón y el aluminio del monótono polígono industrial de Duivendrecht. Este polígono concentra las calles de Muyskenweg, Van der Madeweg y Spaklerweg.

Por suerte, esto acaba pronto y nos acercamos al km. 30, situado detrás de la Amstel Station. En este punto podéis girar la mirada a la izquierda y ver uno de los edificios de la Hogeschool van Amsterdam, mi universidad Erasmus, donde los miércoles de 11:15 a 12:55 estudio holandés.

Pero siguiendo con la carrera, avanzamos por Overzichtweg, H. de Vrieslaan, Galileiplantsoen y Archimedesweg, que irán llenando el circuito progresivamente de público a medida que nuestro organismo se va vaciando de glucógeno. Y callejeando por Molukkenstraat, Insulindeweg y Flevoweg llegamos al punto más oriental del circuito. Nos encontramos cerca del 35 y ya todo está hecho. Desde que enfilamos Zeeburgerdijk y vemos el canal sabemos que éste nos acompará hasta la entrada de Vondelpark y el tesoro que guarda en su interior: el km. 40. Pero antes, mientras avanzamos por Mauritskade y por Stadhouderskade, vemos a nuestra derecha el Amstel Hotel y a nuestra izquierda el Museo Heineken y el ya conocido Rijksmuseum. Ya sabemos dónde estamos, cruzamos de nuevo el Vondelpark ayudados de la cercanía y los vítores del público y recorremos Amstelveenseweg para entrar victoriosos al Estadio Olímpico, que año tras año espera a los que emulan a Filípides para felicitarles.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Correr en Amsterdam (III)

Al igual que en Caná de Galilea se sirvió el mejor vino al final, también yo me he reservado el mejor circuito para correr en Amsterdam para la última entrega.

En el sur de la ciudad, a escasos 2km del estadio olímpico, se extiende el Amsterdamse Bos (el bosque de Amsterdam). En él se puede uno poner a correr y le pasan las horas cual si fueran minutos. La excesiva vegetación que rodea por doquier, los ocres, los naranjas, los amarillos y los marrones de las hojas esparcidas por el suelo, los canales y los riachuelos, la humedad y el olor a rocío aunque avancemos peligrosamente hacia mediodía, la tranquilidad, el silencio...

Uno se encuentra en simbiosis con la naturaleza. No necesita ni mp3 ni compañía; el entorno le envuelve tanto que uno se siente menos solo allí que en cualquier centro comercial. Llega el momento de meditar, de disfrutar del aire puro, de dejarse llevar y alejarse del ajetreo diario que apenas dista unos kms de allí pero que en esencia está en otra dimensión.

Y aunque hay varios circuitos marcados con estacas de colores clavadas en el suelo, lo mejor es entrar a perderse. Descubrir nuevos caminos, guiarse por el color de las hojas y el grado de penetración de los rayos de sol hasta llegar, en el momento menos pensado, a una pradera tan grande que cabrían en ella 10 campos de fútbol, uno al ladito del otro.

A uno se le va tanto la imaginación que incluso sueña con llegar al pueblo de Big Fish, aquél en el que todos sus habitantes pasean descalzos y gozan de total felicidad, aunque no sepan concluir una poesía de 4 versos.

En fin, que os dejo el circuito de 21 kms de manera introductoria aunque os recomiento que si algún día aterrizáis en Amsterdam entréis en el bosque y os dejéis guiar por él. Os sorprenderá.

sábado, 6 de octubre de 2007

Récord del Mundo de Maratón

El pasado domingo 30 de septiembre, en la capital alemana, el pequeño Haile Gebresselassie estableció un nuevo tope mundial para la maratón y un nuevo tope mundial a su particular cosecha: ya acumula 25.

25 récords del Mundo desde que se iniciara su cuenta en Hengelo, en 1994, con los 12'56"96 en los 5000m.l. Por aquél entonces ya se había coronado campeón del Mundo de 5000m.l. y 10000m.l. en categoría junior (92) y campeón del Mundo absoluto en 5000m.l. en Stuttgart (93).

Luego vinieron los récords de 2 millas, 5km y 10km en asfalto, el 5000 indoor... Otra medalla de oro en el campeonato del Mundo de 1995 (5000), las medallas de oro en los JJOO de Atlanta (5000 y 10000), otro oro en el mundial de 1997 y otro en el del 1999, otro oro en los JJOO de Sidney... Los récords no paraban de caer y las medallas ya no le cabían en su cuello. Pero él quería más.
Desde que con 16 años y sin haber "entrenado" nunca (su estilo de vida era más duro que la mayoría de los entenamientos que realiza cualquiera de nuestros juniors, pero para él no era más que un medio de transporte); decía, que a los 16 años corrió una maratón por querer parecerse a su ídolo Abebe Bikila, que en 1960 fue campeón Olímpico en Roma completando los 42,195km descalzo. Y allí se forjó el campeón. Aunque su marca al terminar fue de 2h42' soñó con que podía emular e incluso superar a su ídolo. Y empezó a enternar duro.

Su laureado caminar -correr- por las distancias inferiores no ha sido más que un paso previo a lo que supone la culminación de su tarea. Y el domingo pasado puso uno de los último puntos sobre las íes. Conseguir el récord del Mundo a sólo 10 meses de los JJOO de Pekín supone tener los deberes hechos; y quitárselo al mismísimo Paul Tergat (siempre segudo detrás de él, pero que hasta ahora se había exprimido mejor en la maratón) es un órdago en toda regla.


El tiempo hablará, pero hasta entonces todo está preparado para seguir soñando. Para que al igual que aquél jovencito de tez morena, al oir a sus mayores contar la victoria de Abebe Bikila en Roma, empecemos a soñar. Pero no solamente soñar, sino también creer. Creer que se puede y poner todo lo que está a nuestro alcance para conseguirlo. Impossible is nothing.

lunes, 1 de octubre de 2007

Duatlón Internacional élite de Barcelona

La semana pasada me invitaron a participar en el duatlón internacional de Barcelona, a celebrarse el próximo 21 de octubre. El problema es que cuando uno se embarca en un proyecto tiene que acarrear todas sus consecuencias. El proyecto en el que me embarqué anteriormente es participar en la Maratón de Amsterdam, que también se celebra el 21 de octubre.


Es una lástima no poder participar en esta primera edición del duatlón internacional de Barcelona. El organizador, Agustí, me consolaba diciendo que ya correré el próximo año. Pero no será lo mismo. No será la primera edición, pero tampoco será el premio a una incursión fugaz pero laureada en el mundo del duatlón. Y digo premio porque sólo se puede participar por invitación y éstas se han concedido a los mejores del Mundo; aunque faltará el mejor. Nadie llevará en dorsal número 1 en memoria del que se lo merecía por méritos propios: Benny Vansteelant.


Sólo 25 duatletas tomarán la salida y ¡yo podía estar entre ellos! Sólo he hecho 4 duatlones en mi vida y, en el último año, 2: el campeonato de España y el del Mundo; plata y chocolate, segundo y cuarto, respectivamente (categoría sub-23).


Aunque mis resultados previos hayan sido buenos, siempre se han dado en circuitos que me favorecían: llanos. Otro cantar sería ver cómo me retuerzo y tiro de riñones durante los 700 metros de cuesta hacia Montjuic, con rampas del 17%.


Pero como no estaré, os animo a todos los que rondéis por Barcelona durante ese fin de semana que os acerquéis a las rampas de Montjuic a contemplar el mejor duatlón del año; para que durante la tarde de domingo que nos quede después intercambiemos opiniones, yo os hablaré de mi debut en la Maratón y vosotros, de este deporte que apenas sabíais que existía pero ha resultado ser muy interesante.


Y para los que todavía se queden con ganas pueden enlazar con la subida a Montjuic, donde ciclistas como Carlos Sastre, Samuel Sánchez (séptimo en el Mundial que se celebró ayer) e Igor Antón, entre otros, tomarán el asfalto.
Más información en http://www.runxbike.com/

viernes, 28 de septiembre de 2007

Correr en Amsterdam (II)

Ya soy miembro de http://www.mapmyrun.com/ y he publicado mi primer circuito. Éste consiste en una vuelta de casi 6kms (le faltan unos 30m), asfaltados y señalizado cada 200m. Su nombre, Sloterpark.

Los 6kms de largo tienen una anchura constante de 2m y, exceptuando un pequeño semáforo que hay para que los coches puedan acceder a un parking, el circuito es muy cómodo.

Pero por encima de la comodidad, lo agradable de la vuelta es el bosque que se atraviesa en la parte inicial y la humedad que se respira gracias al lago que queda dentro del circuito. Este suele estar surcado de embarcaciones a vela y flanquedo por pescadores aburridos que esperan impacientes cualquier ligero movimiento en alguna de sus cañas de pescar.

En cuanto a corredores, no está tan frecuentado como Vondelpark, pero hay que andarse con cuidado con las bicis porque la ruta está catalogada de carril-bici.

En fin, que ya he testado ese asfalto para hacer dos series de 6000m y acabé muy contento; no sólo se me hizo ameno el entrenamiento sino que además descubrí un buen circuito para hacer series a falta de un bosque medido o una pista .

Solamente hecho de menos una marca en el suelo que indique el km 6.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Mi nueva bicicleta


Todo el que haya paseado por Ámsterdam sabrá que para formar parte de la ciudad hay que tener una bici; pero no cualquier bici, hay que comprarse una bici dutch o, hablando en holandés, een fiets.

Y como yo no quiero ser menos durante mi estancia en Holanda, la semana pasada me compré una bici de segunda mano por 55€, la que podéis ver en la foto que adjunto. El precio es bastante bueno por el hecho de comprarla en una tienda y que funcione casi perfectamente.

Comprar una bici en Holanda es tarea muy fácil si se cumplen alguno de los dos siguientes requisitos: no importa su precio o no importa su estado. Para el primero de los supuestos, basta con entrar en cualquiera de las miles de tiendas que hay en el país y escoger una entre las nuevas y las de segunda mano: sus precios empiezan en unos 120€ y parecen no tener fin. En el segundo supuesto, basta con acercarse a los puntos estratégicos que tienen los yonquis en el centro de Ámsterdam; sus bicis cuestan unos 20€, pero no esperes que funcionen los frenos o las ruedas estén hinchadas. Además, uno se arriesga a que le multen con 160€ por poseer una bici robada, pues es ese medio el que utilizan los yonquis para vender tan barato.

Sin embargo, lo divertido de las bicicletas no acaba aquí. Los nuevos modelos ya incluyen los frenos que conocemos en España, pero no ocurre así con la clásica fiets. Mi bici, por clásica, necesita que se la pedalee hacia atrás para frenar. Lo complicado no es ni entenderlo ni hacerlo; lo complicado es asimilarlo como acto reflejo frente a un imprevisto.

Y es que imprevistos ocurren a menudo, principalmente porque parece no haber reglas para los ciclistas: se puede circular escuchando música, hablando por el móvil, sin casco... y no sólo los ciclistas, pues ¡los ciclomotores también van por el carril-bici sin casco y el móvil pegado a la oreja!

Aunque con el paso de los días uno descubre que sí existen normas para las bicis y ciclomotores. Se permite lo anteriormente citado pero se multa con 50€ saltarse un semáforo en rojo o circular durante la noche sin luces.

En fin, que aunque no utilizaré esta bici para competir en duatlón ni siquiera para entrenarlo, creo que me servirá para solventar posibles problemas en carrera tales como esquivar una caída, tomar un gel, evitar el afilador, etc.