jueves, 17 de junio de 2010

Tiendas, empleos y demás


Ayer compré al fin un libro para aprender Swahili, ya es hora que aprenda algo más que mzungu, jambo y asante. La tienda, regentada por un indio como la mayoría de comercios importantes en Eldoret/Kenia, tenía cuatro dependientas. La primera me enseñó el libro que quería, la segunda repasó el precio, la tercera procedió a la venta y la cuarta estaba publicando algo en facebook a través del móvil.


La tienda, aunque grande, no tenía más clientes que yo y según el recibo que me dieron, a las cinco de la tarde, realicé la compra número 33 del día. ¿Es productivo? Muchas veces me pregunto cuánto dinero ganará la gente por el trabajo que hace. He aquí algunas respuestas.


Trabajar en un hotel (entiéndase hotel como casa de comidas, no como alojamiento) está remunerado con 150KSh diarios (1,50€) aunque sé de alguien que cobra 170KSh (aunque no vive en Eldoret y se gasta 40KSh diarios en transporte). Se dice que los policías ganan 10.000KSh mensuales y, claro, un sueldo tan bajo les lanza a la corrupción. El personal de seguridad, entre 3.000 y 5.000KSh; y así hasta un largo etcétera.


Pero todavía hay más. Con un paro alrededor del 40% de la población y una gran dificultad para encontrar empleo, los estudiantes se ofrecen gratuitamente a cambio de cartas de recomendación mientras tienen vacaciones. Ahora mismo las universidades tienen vacaciones y los alumnos buscan "attachments" (prácticas gratuitas) para rellenar su currículum con alguna experiencia. Y pueden seguir haciéndolo durante uno o dos años hasta después de terminada la carrera. Así son los sueldos y los empleos en Kenia, pero tiene su parte humana.


Al salir de la librería con mi libro de swahili llovía a cántaros. Mientras esperaba que parara, la chica que me enseñó el libro que quería me invitó a entrar de nuevo en la tienda y tomar asiento. Estuvimos hablando más de quince minutos y me contó que ella antes corría, pero ahora ya no; que conocía a Birmin Kipruto, a Eliud Kipchoge y a muchos otros; que era de la subtribu nandi y que su casa estaba en Nandi Hills (una de las mecas del atletismo) aunque ahora vivía en Eldoret. Y mientras, el indio lo miraba todo con calma y repasaba mentalmente las cuentas del día.

2 comentarios:

Guillem dijo...

Marc! Portava uns dies desenganxat del teu blog, però veig que és tan interessant com sempre!! Bona feina!

Furacán dijo...

Muy interesante.
Quizás así no cueste tanto entender el porqué de muchos atletas que se lanzan a la aventura europea, corren todo lo que pueden en unos pocos años y después desaparecen.