Ayer domingo se celebró en Olot la Volta pels Volcans, una carrera de montaña relativamente fácil que este año acogió el Campeonato de Catalunya de Montaña. Según los organizadores, el recorrido era de 12,6kms y tenía un desnivel de 600 metros positivos y otros tantos negativos, pero con varios tramos (y largos) de asfalto.
Estar en pretemporada permite participar en estas competiciones más especiales y disfrutar de una mañana competitiva aunque no se esté en plena forma. Y lo pasé en grande. No empecé primero, me costó coger el ritmo, pero a medida que pasaron los kilómetros me fui encontrando mejor y jugué bien mis bazas. No bajo bien, pero puedo subir con cierta facilidad y sobre todo enlazar muy bien la llegada al alto con el ritmo fuerte en llano antes de que lleguen las grandes bajadas.
Lo gran sorpresa fue el trofeo que conseguí con la victoria. Además de ser el campeón de Catalunya de la modalidad y añadir mi nombre al historial de ganadores (entre los que se encuentra Kilian Jornet), me llevé a casa varios embutidos de la zona de la Garrotxa, famosos por su intenso sabor. El inventario es el siguiente: fuet, longaniza, bull, butifarra blanca, butifarra negra, magret de pato, espárragos y una bolsa de tela para ir al mercado y no utilizar bolsas de plástico.
Calentando con Pau Lorenzo y Ricard Fernández (foto de N. Lila). |
Han sido dos semanas intensas de entrenamiento con competiciones divertidas para desconectar un poco (el aquatló de Sant Pol y la Volta pels Volcans). Me encuentro bien y se termina por ahora el competir hasta que llegue la Canet Trail (21 de octubre), la última de mis carreras en formato "desconectar". A partir de ahí, a centrarse en las carreras importantes y en ponerme en forma, empezando con la Behobia en noviembre.Y mientras tanto... a comer embutido de la Garrotxa.